En este 23 de abril tan diferente y a la vez... un poco más de lo mismo, desde la Fundación Devenir, Poesía y Ensayo, queremos volver a reivindicar a nuestra querida y olvidada Aurora de Albornoz, que en la imagen de la derecha la vemos con Rafael Alberti.
Aunque tal vez sería oportuno aumentar la lista con algunos nombres más que tanto han hecho y que, en momentos difíciles como este, tanto bien hicieron por nuestro país.
Nosotros, en un día como el de hoy, reivindicamos, además, no solo al libro y la necesidad de lo público. Sino también: coherencia, dignidad y una educación de calidad.
Por ello, recuperamos hoy, para conmemorar el día del libro, un texto de José Luis Argüelles sobre Hacia todos los vientos. El legado creativo de Aurora de Albornoz de Begoña Camblón. Y con ello, nuestro recuerdo a la ensayista y porta Aurorora de Alvoznor.
Además de este libro que hoy reivindicamos, Devenir también ha publicado:
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Cronilíricas de Aurora de Albornoz, número 39 de Devenir Poesía que está agotado y que en algún momento nos gustaría recuperar.
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El Juan Ramón de Aurora de Albornoz de Fanny Rubio. Número 14 de Devenir Ensayo.
HACIA TODOS LOS VIENTOS
El legado creativo de Aurora de Albornoz
De Begoña Camblón
Por José Luis Argüelles
Poco más de veinte años después del fallecimiento de Aurora de Albornoz (Luarca, 1926), al lector de poesía le resulta difícil encontrar cualquiera de los libros de creación de la autora asturiana y hasta hay algún título que permanece inédito. Es más, ni tan siquiera tenemos una bien preparada antología que ofrezca una idea cabal de una obra que por muchos motivos, desde los estrictamente literarios hasta los biográficos, posee un notable interés para conocer en toda su complejidad y detalle la literatura española de la última mitad del siglo XX. Paradójicamente, algunos de sus estudios más citados, como el que dedicó al poema Espacio, de Juan Ramón Jiménez, alcanzan precios
LUMBRE Y CENIZA
Yolanda Izard
Preesentación de L"umbre y ceniza" en Cáceres
Por Basilio Sánchez
El poeta y narrador británico John Berger, uno de los pensadores más influyentes de los últimos sesenta años, tiene un libro publicado en 2005 que se titula Aquí nos vemos.
En ese libro, el autor va haciendo un recorrido por diferentes capitales europeas acompañado de personas, ya desaparecidas, que han tenido para él una especial relevancia en su vida. Familiares y amigos muertos con los que dialoga sobre el pasado y con los que se plantea algunas cuestiones éticas que tienen que ver con su existencia y sus relaciones con el mundo que le ha tocado vivir.
En un capítulo determinado, él y su madre muerta se encuentra en lo alto del acueducto de Águas Livres de Lisboa, un acueducto que se terminó de construir a mitad del siglo XVIII y que sobrevivió milagrosamente intacto al terremoto que destruyó el centro de la ciudad pocos años después.
Spbre la presentación del libro:
"Hijos de la piedra" de Guillermo Fernández Rojano
Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana” 2018
Por Carlos Reis
(31 de enero en la librería Enclave de libros de Madrid)
Como hijos de la piedra,
hay que machacar en ella.
Miguel Hernández
Hijos de la piedra de Guillermo Fernández Rojano ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana” 2018 y publicado por la siempre exquisita editorial Devenir del poeta y profesor Juan Pastor.
Ayer por la tarde lo presentaron -en la Librería Enclave- Juan Pastor, Juan Manuel Damiani y nuestro entrañable poeta gaditano Antonio Hernández, en un ambiente cálido, lírico, y de la sincera alegría intelectual que producen siempre protagonistas de tanto calado. Se respiraba un aire libre, onírico, trascendental y lúcido, donde se palpaba el infinito de la poesía rojana, lejos de falsas posturas éticas o sectas de la palabra. Impecables los poetas asistentes y extraordinaria la calidad de Hijos de la piedra, que como recordó el poeta sevillano evoca a Hijos de la ira. Poesía de contradicciones, filosófica y superrealista, culterana y conceptista a la vez. Versos que laten con un corazón auténtico. Libro con voz muy propia y profunda, sentida. Poesía de la dualidad, con una estructura binaria de la realidad, y de todas las posibles. Rojano es la capacidad de imaginar. Poeta honesto y original, que con timidez y ensimismamiento nos transmite esa voz escatológica y cruel -en vilo su música- “escala una identidad rota, la de este tiempo”. Nos eleva hasta el infinito, allá donde habita el auténtico poeta.
Cuando el proyecto Devenir cumple 35 años(1984–2019). Y después de más de 350 títulos publicados y de navegar para resistir entre dos siglos…somos Fundación. Una entidad privada, sin ánimo de lucro y de conformidad, con lo dispuesto en el artículo 35 del Código Civil.
Pero durante todos estos años Devenir ha sido una alternativa y un proyecto de coherencia y dignidad. Donde además de apoyo y difundir a sus autores, que hoy constituyen nuestro fondo y patrimonio, también se han impulsado y favorecido actividades y acciones que hoy nos representan y significan una forma de estar y de ser.
Por todo ello, hoy somos y nos damos a conocer como “Fundación Devenir, Poesía y Ensayo” y cuyos estatutos, fueron aprobados y elevándolos a escritura pública ante notario, por D. Rafael de la Fuente García de Madrid, el día 11 de noviembre de 2018.
Presentación del libro de Arantza Larrauri
En Madrid y Barcelona
Por Joan Riambau
Cuenta la mitología clásica que Dédalo construyó un laberinto en Creta para esconder al Minotauro por orden del rey Minos. Fue ese un laberinto de piedra. De torcidas vías, como decía Ovidio.
Más reciente en nuestro imaginario, se aparece un laberinto de setos bajo la nieve. Es el laberinto del Resplandor donde Stanley Kubrick —con el permiso de Stephen King, otro rey— encerró a otro Minotauro: Jack Nicholson.
Y a diario visitamos ciudades laberínticas hechas de calles tortuosas y encrucijadas —aunque la nuestra, Barcelona, sea cuadriculada como un tablero de ajedrez. Y tuvimos que construirnos un laberinto en Horta para soñar con que nos perdíamos. O el laberinto de cristal del parque del Tibidabo, donde las huellas dactilares impresas en el vidrio son la prueba de las infructuosas huidas de sus habitantes. ¿Minotauros, quizá?
Y vivimos vidas laberínticas. Vidas para leerlas, que decía Cabrera Infante. Y los poemas de Arantza son lecturas de la vida que nos sumergen en todas las edades. En todos los espacios.