ANTONIO L. BOUZA Y ANTONIO BENEYTO NUESTROS AUTORES DE REFERENCIA PARA EL 2021
El patronato de la Fundación Devenir, Poesía y Ensayo, en su reunión ordinaria del día 30 de diciembre de 2020, aprobó por unanimidad que, en el marco de las celebraciones del cuarenta aniversario del proyecto Devenir, Antonio L. Bouza y Antonio Beneyto sean los autores de referencia en cada una de las manifestaciones públicas y actividades programadas por la Fundación a lo largo del presente año 2021. Ambos autores han sido testigos y en varios momentos protagonistas y parte de nuestro proyecto, y cuyo fallecimiento de ambos autores, tuvo lugar a lo largo del cuarto trimestre de 2020.
.El arquitecto y escritor Francesc Cornadó, amigo y conocedor de la obra de Antonio Beneyto, nos hace llegar hoy este recuerdo y homenaje, al poeta escritor y pintor Antonio Beneyto.
Un día de lluvia en casa de Antonio Beneyto
Francesc Cornadó
(Arquitecto)
El miércoles se puso a llover a cántaros y me guarecí en casa de Antonio Beneyto.
Como si de un neodadaista anticanónico se tratara, me recibió con su mirada de brumas ensoñadas. Tomaba el té de la mañana. Me ofreció una taza y me acercó un trapo para que me secara la cabeza.
En la ventana, la lluvia dibujaba un enjambre de gotas. Mientras Beneyto preparaba mi té, quedé contemplando el chaparrón intentando descubrir entre el goteo el mundo roto que unas formas delirantes trazaban sobre los vidrios.
Insensato —me dije— como vas a descubrir aquello que no entiendes. Las gotas de lluvia no tienen ni fin ni objeto. Hincan sus raíces en el vaho y nada más.
Volví la mirada al interior y allí estaba la impresionante biblioteca. Alacenas por todas partes. Un cosmos envolvente, desatinado y caprichoso con miles de libros, muchos de ellos manipulados por Beneyto. Con la cubierta, la contracubierta, las pastas y la encuadernación llenos dibujos y pinturas de metamorfosis y de seres imposibles. Eran las gotas de una lluvia eterna que empapaba los libros y dejaba en ellos la huella del creador manchego-catalán.
Perfectamente ordenados, en el cuarto estante, estaban los libros de Camilo José Cela con sus correspondientes dibujos que Beneyto había trazado y pintado en la entradilla de cada volumen:
Tobogán de hambrientos, El Extramundi y los Papeles de Iria Flavia, El Solitario, Gavilla de fábulas sin amor, La colmena, Los vasos comunicantes, María Sabina, Mrs. Caldwell habla con su hijo, Pisando la dudosa luz del día, Poesía completa, Nuevo retablo de don Cristobita, La bola del mundo, San Camilo 1936, Café de artistas y otros cuentos, Izas, rabizas y colipoterras, Correspondencia con el exilio...
Antonio Beneyto, tomaba el té con la parsimonia de un escritor y pintor pulquérrimo. Defensor de la estética postista, del surrealismo y del realismo quebrado, comenzó su actividad como creador en Palma de Mallorca en torno a la revista Papeles de Son Armadans, donde conoció a Camilo José Cela –los libros del Nobel estaban en el cuarto estante de la caprichosa y delirante biblioteca de Antonio–
En Mallorca, Antonio Beneyto, comenzó una trayectoria por los caminos del mundo irreal, diluyó los límites fronterizos de los vocablos, dibujó poemas sin verso y escribió lienzos de pintura huérfana y en su beneytoteca, entre las páginas de sus libros, aparecieron los seres del mundo roto.
Entre los libros, escondidos detrás de las guardas y entre las páginas, viven los seres quebrados de Beneyto, confabulando a oscuras y desarrollando un silencio desbarrado. Son seres transformados, mutados, que derivan de cosas y cuerpos raros.
Las metamorfosis que se esconden tras las guardas de los libros de Cela. Son transformaciones de unas realidades extrafísicas o de seres inanimados que llegan a devenir seres vivos o simplemente de seres vivos que se adaptan o se transforman. A veces se metamorfosean de ser vivo a ser vivo, otras de artefacto a individuo animado. En ocasiones el motor que produce el movimiento de alteración morfológica es el miedo o la intuición y a veces los efectos son anteriores a las causas.
Barcelona a 8 de febrero de 021